¿Iniciamos el camino...?

Cuando llegó a mi cuerpo físico un carcinoma en el útero, apareció también un gran enunciado del que siempre estaré agradecida: "Te invito a conocerte".

De repente, me vi con una lupa en mis manos que trajo verdad y esencia, más una guillotina que ponía fin a hábitos, creencias y lealtades.

Tania, 31. Instructora de yoga. Pontevedra

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